Extranjero en su propio país

Japón tiene una política de inmigración que a menudo se considera cruel, y el adolescente Gursewak Singh lo ha sentido en carne propia. Nacido en el país y con dominio del idioma, se considera japonés a pesar de su ascendencia india, pero el gobierno no lo considera así, hasta el punto de que cuando cumpla 18 años, Gursewak tendrá que tomar una decisión brutal: elegir la ciudadanía plena o vivir con su familia, ya que, para seguir viviendo legalmente en Japón, sus padres -inmigrantes que viven en Japón desde 1990- deben aceptar abandonar el país.